Orígenes:

Dice la tradición que la Virgen de Carrasquedo se le apareció a un pastor mientras apacentaba su rebaño de ovejas en este mismo lugar, por ello, los de Grañón siguen diciendo: La Virgen de Carrasquedo no es comprada ni es vendida, sino bajada de los cielos y en un roble aparecida.
Sin embargo, consta en la documentación que allí mismo se ubicada la aldea de Carrasquedo, dependiente de Grañón, y que llegó a tener un hospital, de la Santa Cruz, para atender a los peregrinos que por allí llegaban desde Morales (camino original). A finales del siglo XII se tiene constancia de que se hallaba un nuevo centro asistencia en el entorno de Grañón. En un documento fechado el 6 de mayo de 1199, el rey de Castilla Alfonso VIII, su mujer Leonor y su hijo Fernando concedieron a la abadía de Santo Domingo de la Calzada, en la persona del abad Didaco, el hospitale Sancte Crucis de Carrasquedo con sus términos, pertenencias y heredades. En 1279 Alfonso X el Sabio confirmaría dicha donación. Así que es lógico pensar en una construcción religiosa continuada en el tiempo desde la Edad Media. Al parecer, la población aledaña al templo fue abandona en el contexto de la crisis del siglo XIV.
Descripción general del templo actual:
Cronología y estilo: Barroco, s. XVII. Una de las más grandes de España bajo advocación mariana.

Edificio de sillería y mampostería de una nave de cuatro tramos, crucero y cabecera rectangular, tras la que se esconde la sacristía. Pilastras corintias y arcos de medio punto soportan lunetos, excepto en el crucero, que se cubre por cúpula con linterna y la capilla mayor con bóveda de cañón. A los pies, coro alto, que comunica con la casa del ermitaño. El ingreso principal, a los pies en el lado sur, arco de medio punto entre pilastras y entablamento y cuerpo similar superior con imagen de la Virgen de madera en hornacina rematada por frontón. Espadaña de un hueco sobre la casa del ermitaño. Alero de canes de madera tallados en los tejados de todo el edificio.
Sabemos que hacia 1676 la cofradía de Nª Sª de Carrasquedo adeudaba 24.000 reales al artista calceatense Diego de Ichaso por el retablo mayor, las puertas, trasaltar y camarín que podemos contemplar hoy. Incapaces de hacer frente a la suma, salieron en su ayuda las cofradías de Nª Sª del Rosario, la Inmaculada Concepción y la de San Ginés por ser obra tan piadosa y porque la obra se ha fabricado con singular açierto y conozida necesidad porque la santa imagen de Nuestra Señor es el unibersal patrocinio de toda esta tierra y es venerada con entrañable devoción de todos los cirumbecinos pueblos que en procesiones y numerosos concursos acuden a favorecerse de su augusto y eficaz auxilio; y todo lo que se ha fabricado ha sido mui necesario porque la capilla maior y retablo antiguo padecia manifiesto peligro de ruina; y ahora, abiendo fabricado un camarin vistoso y un retablo decentísimo, todo se a asegurado y se ha dispuesto un santuario tan religioso y deboto que mueve a los fieles para que, ferboriçados en la devoción de la Reina de los Ángeles, levanten sus inflamados coraçones e la contenplacion y meditación de las grandeças divinas y gloriossos misterios de María Santissima en toda la obra se han gastado considerables cantidades y mui necesarias[1].
Renovada la ermita, también los cofrades se propusieron mejorar su atención, para lo que proporcionaron un vestido entero de ermitaño, que es su túnica, escapulario y capilla, todo de paño pardo con su manto.
Terminados los trabajos de Diego de Ichaso hacia 1681, hubo que esperar a 1701 para reunir los fondos necesarios para poder dorar y policromar la obra, los elegidos fueron José Martínez de Ollora y Matías Martínez de Ollora, quienes por 3.200 reales también se hicieron cargo de las puertas y de la coronación. Siendo Domingo Antonio de Elcareata el encargado de rematar el retablo con las imágenes de San Joaquín, Santa Ana y San José. El resultado, un efectista telón escenográfico, fruto de las columnas de fuste machihembrado, ático conquiforme estructurado por cerchones, planta abocinada con sucesivos quiebros y elementos decorativos bajo los efectos de una luz tamizada y cambiante.

COFRADÍA E IMAGEN:
Los estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora de Carrasquedo datan de 1673, en ellos se habla de otros anteriores perdidos.
La imagen, de vestir desde al menos finales del siglo XVIII, es en realidad una talla renacentista de alabastro policromado. Se especula que pudiera pertenecer al taller de Damián Forment y haber sido policromada por Andrés de Melgar.
Exvotos:

El exvoto es la constancia agradecida por el milagro e ilustra la escena con tal plasticidad que el texto, en el que se redondea la explicación y se patenta con el nombre del favorecido, es secundario. En su expresión plástica tiene la ingenuidad nata de lo profundamente popular; carece de proporción y con frecuencia representa al gigantesco actor rodeado de liliputienses, ya que lo importante es magnificar la noticia del bien recibido.
La promesa como forma de expresión religiosa está muy generalizada y viva entre las gentes del pueblo. Cuando la promesa ha recibido satisfacción a juicio del peticionario y se ofrece un objeto material de carácter perdurable, recibe el nombre de exvoto, es decir, por voto o promesa. El regalo o don ha de tener también un carácter público y tener una relación directa con la persona y el hecho portentoso que lo motiva.
La ermita de Carrasquedo cuenta con una de las colecciones más importantes de exvotos de La Rioja, siendo la más extensa en obras pictóricas. 12 cuadros de distintos formatos y tipologías, algunos de ellos con mayor mérito artístico, y otros con verdadero interés antropológico. Como la inmensa mayoría de exvotos en santuarios riojanos, han sido restaurados y están perfectamente documentados con una ficha informativa al costado inferior de cada ejemplar.
A destacar:
- Leyenda de la Centella de Grañón.
- Sebastián Vicente Casero.
- José Vicente de Irusta.
- Un clérigo orante.

Otro exvoto singular son los dos jarrones de Talavera donados por Julián Marín Martínez de Ternero en 1937, en ellos se representa la aparición de la Virgen de Carrasquedo.
Retablos laterales:
Lado del evangelio: Retablo de un cuerpo y ático rococó de la segunda mitad del siglo XVIII con imagen titular de Apóstol de hacia 1540 (de gran valor, reutilizada y repintada), y otra de San Andrés, romanista de comienzos del siglo XVII también repintado.
Lado de la epístola: Retablo similar, con imagen titular de San Matías de hacia 1540 (de gran valor, reutilizada y repintada) y otra de San Sebastián de mediados del siglo XVI, también repintada.
Sacristía:
- Colección de casullas y vestidos de la Virgen, la mayoría, probablemente, del siglo XIX y del siglo XX (uno de los vestidos de la Virgen está diseñado y confeccionado en el taller de Balenciaga y otro es fruto de una pena impuesta por el ayuntamiento a un vecino à “el de los corderos”).
- Cajonería de madera de nogal del s. XVII restauradas por Pedro Moral, vecino de Arenzana de Abajo.
- Lámparas de plata.
- Cuadros en mal estado.
- Aguamanil del s. XVIII.
- Pintura que cierra el camarín: contemporánea, excelente, de una grañonera.
- Suelo de arcilla roja pintada original.
Otros datos:
- Desde el siglo XVII la Cofradía de Nª Sª de Carrasquedo establecía un contrato con una de las familias más humildes de Grañón para hacerse cargo de la ermita en calidad de ermitaños. A cambio del mantenimiento de la iglesia, el cuidado de la Virgen (vestidos, flores y una lámpara siempre encendida), y de atender con hospitalidad a todo aquél que se acercara al santuario, la familia recibía la huerta del ermitaño, los corrales, el ganado y las abejas en usufructo. Mis bisabuelos fueron ermitaños durante años, incluso mi abuela, nació allí el 31 de diciembre de 1932. Todavía recuerda las oraciones que al amanecer y al anochecer hacían todos ante la Virgen de Carrasquedo con gran devoción.
- A finales del siglo XIX se estableció allí una pequeña comunidad de frailes franciscanos, que ampliaron la huerta. Sin embargo, no prosperó por mucho tiempo la experiencia, por desacuerdo con la cofradía y el pueblo, según el testimonio de nuestros abuelos.
- Oficios en la ermita:
- 25 de marzo, día de Nª Sª de Carrasquedo.
- Viernes Santo: Fin del Viacrucis, responso, y vuelta en procesión a la parroquia con el Cristo yacente y la Virgen Dolorosa.
- 1º de mayo, Misa, procesión y danza con la Virgen de Carrasquedo para llevarla al pueblo, donde es recibida por San Juan Bautista.
- Finales de agosto, Acción de Gracias: Procesión y misa con la Virgen de Carrasquedo y San Juan Bautista, éste último vuelve en procesión al pueblo tras quedarse la patrona en su ermita.
- El domingo de la patatada popular.
- Domingo siguiente a Gracias, la Visita: Este domingo el pueblo de Grañón acude a la ermita para ver su “la Virgen está contenta”, tras lo cual se celebra una patatada en los alrededores.
- La Virgen de Carrasquedo cuenta con un himno que se canta en la novena y los días de su fiesta, fue compuesto en 1943: letra de Juan Bautista Melchor Merino (vecino de Grañón) y música de Santiago García Quintana (maestro del pueblo). También cuenta con novenario y oraciones de visita.
[1] AHPL, Francisco Antonio Chinchetur, ff. 1-8.
Notas de : Juan Ibáñez Castro